20 de octubre de 2011

Intentos de escribir y la hoja en blanco

Hay días donde uno no escribe nada, un día como hoy. De hecho, siempre han sido más fáciles los días donde no hay nada que escribir, pues no existe ninguna preocupación. Cuando queremos escribir lo que da vueltas en nuestra cabeza, estamos en la computadora, divagamos minutos y quizá horas sobre cómo lo diremos, sobre cómo plasmarlo en letras sin que pierda lo bonito de ese lugar tan misterioso e inaccesible. La hoja sigue en blanco, con un sin número de frases en el historial que ya hemos borrado. Escribir a veces es frustrante, pero eso le pasa a uno por enamorarse de este arte.


Imaginemos que esta mañana, despertamos con un sueño sublime en nuestra cabeza. Esos que no se olvidan al abrir los ojos y vale la pena contar. Nos sentamos y escribimos, y las palabras fluyen porque el sueño fue realmente inspirador. Luego releemos el texto para darnos cuenta que es una verdadera mierda (Hacemos clic en “Cerrar”, “¿Desea guardar los cambios a documento1?” ¡¡¡No!!!). Porque el sueño fue bello, mientras el surrealismo y la fantasía se bañaban del sentido y la belleza que solo en ese mundo inconsciente pueden ser reales. ¿Quién no se lanzó de un precipicio mientras soñaba y despertó de un brinco? ¿Y quién no, en vez de despertar, abrió los brazos y voló? ¿Quién intentó describir esa sensación tan espectacular y no se frustró?

En un caso como ese, quisiera que la computadora estuviera más conectada al estado de ánimo. Es decir, que al intentar cerrar el programa, estando frustrado, no diga: ¿Desea guardar los cambios…?, sino ¿Quiere deshacerse de esta basura de una vez por todas?

En este texto solo divago, intento satisfacer mi necesidad de escribir, de llenar ese hueco en el cerebro y en el corazón que solo a los amantes de la escritura se les ha forjado y solo el maravilloso mundo de las letras puede llenarlo.

Respiro profundo, cuento hasta diez, hasta cien y mi cerebro segrega endorfinas: ¡Oh sí! Me siento mejor.

Escribir cuesta ¿Será por ello tan fabuloso?
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Publicado en www.ricardodelgado.com.co

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